martes, 7 de julio de 2015

Experiencias: Mortxirock

Tengo unos amigos con un alto índice de locura y una lista interminable de amigos que han ido recopilando por distintas partes del mundo. El día de su boda, hace ya dos años, montaron una fiesta digna de recordar. Pero no quisieron quedarse ahí. En los dos aniversarios que ya han vivido, nos han regalado más momentos para el recuerdo. Este fin de semana ha sido su segundo aniversario y lo hemos disfrutado mucho.

Empezó el viernes recibiendo a la gente que venía de fuera, reencuentros, cena y charlas copa en mano de esas que se extienden hasta las seis de la mañana.


No hay mejor manera de dar de comer a mucha gente que haciendo que se hagan su propia comida. Así que el sábado nos dividimos en grupos para un concurso de paellas que nos alimentó de maravilla. Mientras cocinábamos aparecían platos con cangrejos. Para muestra un botón, que ahí faltan paellas.


Incluso tuvimos un pequeño espía controlando nuestros movimientos.



La tarde siguió con una Gynkana que ponía a prueba la resistencia, lógica y astucia de los participantes. Aunque hay que reconocer que giraban sobre una temática central.


Barbacoa para cenar. Y conciertos y música para amenizar la noche. Incluso yo hice mis pinitos con el micro durante media canción.



Otro fin de semana inolvidable que me apetecía compartir.
Sólo me queda decir: GRACIAS.

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